El ''tío Sam'', como coloquialmente se conoce a la nación norteamericana, desde siempre ha manejado una política internacional conocida como de ''La zanahoria y el garrote'', mostrando con ello que cuando conviene a sus intereses, puede ser amable y hasta simpático, pero en caso contrario, se convierte en agresivo y abusador.
Pues bien, a principios del siglo pasado demostró una vez más que esa política estaba en pleno desarrollo y así lo hacía sentir en nuestro País.
Lo que no estaba presupuestado por los intereses norteamericanos, fue el hecho de que esa actitud podría provocar una reacción violenta de parte de los ''explotados'' en turno, y menos, que ello pudiera suceder en lo que llamaban eufemísticamente como ''su patio trasero''.
A las pruebas: Señala John Kenneth Turner en su obra ''México Bárbaro'' publicada por vez primera en 1909, y reeditada por Editorial Gernika en el 2006, que ''Después de 50 años de haber liberado a sus esclavos negros, el Tío Sam se ha vuelto esclavista de nuevo y se ha dedicado a la trata de esclavos en un país extranjero''.
Nota.- Puede afirmarse que después de 100 años a partir de la Revolución Mexicana, el fenómeno es recurrente, sólo véanse las formas de maltrato a que se sujetan a los indocumentados.
Continúa diciendo Turner, ''No, no debo culpar al Tío Sam, el amable conciudadano de nuestra adolescencia, amante de la libertad. Más bien debiera decir que el Tío Sam ha muerto y que un extraño disfrazado ocupa su lugar...., un Tío Sam falsificado, que hasta ahora ha engañado al pueblo y le ha hecho creer que él es el verdadero. A este personaje acuso yo de ser esclavista''
''.....Los Estados Unidos son responsables, en parte, del predominio de la esclavitud en México: son responsables como fuerza determinante de la continuación de esa esclasvitud, y son responsables de ello a sabiendas''
El autor precisa que su definición de Estados Unidos, se refiere explícitamente '' en su sentido más liberal y exacto. Me refiero al poder organizado que de manera oficial representa al país en el interior y en el extranjero. Me refiero al Gobierno Federal de los Estados Unidos y a los intereses que controlan''.
Sigue diciendo, '' .....el Gobierno de los Estados Unidos ha mantenido a Díaz en el poder cuando debiera haber caído'' tal visión, reflejaba el sentir de un gran número de norteamericanos de casi cualquier clase, de tal suerte que el autor se pregunta ''¿ Qué publicación o que persona existe en los Estados Unidos que defienda el sistema de opresión política de Rusia?, ¿Qué poblicación o que persona existe en los Estados Unidos que disculpe las atrocidades esclavistas del Estado Libre del Congo?,¿ Cuantos norteamericanos tiene la costumbre de cantar loas y alabanzas al zar Nicolás o al fallecido rey Leopoldo? ''
''Los norteamericanos de cualquier clase no sólo no se atreven a hacer tales cosas sino que no quieren hacerlas. Pero, !Que diferencia cuando se trata de México¡ En este caso se edifica la autocracia: no es válido negar la justificación de comparar a México con Rusia o el Congo, pues todo adorador de Díaz sabe que éste es un autócrata y un esclavista, y muchos de tales adoradores lo admiten para no dar lugar a dudas que lo saben''
El periodísta norteamericano se pregunta el porqué en esa época, no había quien censurara seriamente al régimen del General Díaz y en cambio sí existian quienes expresaban acremente su opinión sobre el Zar de Rusia.
Nota: Al respecto, en 1909, y paralelamente a la obra de Kenneth Turner, se escribía en México un libro de Carlo de Fornaro, autor Indú, denominado '' Díaz, Czar of Mexico'', quien fue encarcelado en LOS ESTADOS UNIDOS, por esa acción.
Afirma el autor, que lo anterior sólo podía obedecer al hecho de que Díaz se constituía como un ''Becerro de oro'' (aunque tal vez quizo decir, como el ''bellocino de oro'', recordando la épica de los clásicos), esto es, el que significaba mucho dinero, concesiones, canonjías y tratos preferenciales para un buen número de norteamericanos.
Según dice Turner, la respuesta en su momento a las criticas que formuló al Gobierno de Díaz, fue la de que ....'' Hay 900 millones de dólares de capital norteamericano invertidos en México, para los poderosos de los Estados Unidos, esos 900 millones son un argumento concluyente contra cualesquiera críticas al Presidente Díaz...''
Irónicamente, el autor norteamericano escribe lo siguiente que podría ser leído en cualquier obra de algún autor contemporaneo. '' No es de extrañar que exista en México un creciente sentimiento antinorteamericano, dado que el pueblo mexicano es naturalmente patriota. Este ha pasado por tremendas pruebas para liberarse del yugo extranjero en pasadas generaciones y no quiere doblegarse a él en la actualidad''
''Quiere tener la oportunidad de labrar su propio destino nacional como pueblo independiente y considera a los Estados Unidos como un gran coloso que está a punto de apoderarse de él y doblegarlo a su voluntad''.
Si uno se fija, lo anterior pareciera ser el inicio de cualquier columna política escrita en El Excelsior, La Jornada, El Universal y hasta en El Reforma, es una sensación común que no requiere de pruebas específicas, simplemente de comentarlo con el vecino.
Pues bien, puede afirmarse que esta sensación de dependencia hacia los intereses extranjeros, principalmente norteamericanos, fue una más de las causas que motivaron al pueblo mexicano a levantarse en armas. La clase media y la pudiente, se había cansado de ver como Porfirio Díaz entregaba en manos de sus preferidos y en las de tantos y tantos extranjeros las más jugosas concesiones, los contratos más convenientes y las mejores posibilidades de mejora, siendo que a los primeros únicamente les tocaban las migajas.
Lo anterior sin menoscabo de las condiciones infrahumanas a que se sometieron miles y miles de indígenas en el sureste del país (haciendas henequeneras) y a las condiciones de esclavitud manifiesta en el Valle Nacional (Oaxaca), donde se exterminaban practicamente a diario a centenares de presos políticos y en general personas opuestas al régimen
A partir de la página 196 de ''México Bárbaro'', pueden verificarse las inversiones norteamericanas en nuestro país y el detalle de las mismas.
.En esta entrega solo mencionaré las correspondientes al consorcio Morgan-Guggenheim, acaparador de los metales prácticamente al 100% en México. (J.P. Morgan forma parte de una docena de firmas que desde 1913 prácticamente decide el destino económico de nuestro planeta).
Otra firma que se dedicó a saquear el país era la famosa Standar Oil, bajo el nombre de Waters-Pierce. En este caso, sólo mencionaré que la producción petrolera de México en 1908, estaba calculada en 14,750.000 (catorce millones setecientos cincuenta mil barriles de petroleo diarios), contra los dos millones y medio que actualmente produce PEMEX.
La American Sugar Trust, a quien le fue asignada la concesión para explaotar la producción de azúcar de remolacha, garantizandole el monopolio azucarero durante una década a partir de su otorgamiento.
Finalmente, y solo por la representatividad que ello implica, diré que las líneas de ferrocarril estaban concentradas por lo menos en un 75% por la Southern Pacific Railroad Co. y sus satélites (Ahora serían más o menos consideradas como empresas ''controladas'', en una jerga fiscal). El dueño de esta empresa ''consolidada'' era el Sr. Harriman.
Jarr.
Leer esto me hace reflexionar sobre la educación en este país donde nos hacen creer en héroes, en verdades absolutas, en acciones gloriosas y donde nunca nos enseñan a cuestionarnos. Según mi experiencia en relación a aprender algo, siempre será más enriquecedor buscar múltiples perspectivas y fuentes bibliográficas a quedarse con los "cuentos fantásticos" que nos ofrecen los libros de texto en las escuelas.
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