domingo, 11 de diciembre de 2011

Causas de la Revolución Mexicana. (3)

Si bien se podría pensar que la Revolución Mexicana obedeció entre otras de sus razones a la del levantamiento contra los grandes latifundistas que operaban en el Norte de México de principios del siglo XX, en el fondo la cosa no fue tan clara ni tan abierta.

Según relata Friedrich Katz en su obra "La Guerra Secreta en México" (Ediciones ERA, Colección Problemas de México 2010), deberíamos considerar la situación prevaleciente en el norte del País a principios del 1900, cuando inició la transformación de la frontera norte en atención al flujo creciente de inversiones especialmente norteamericanas, prueba de ello, fue la enorme cantidad de recursos aplicados por aquéllas compañías estadounidenses que vaciaron en la construcción de vía férreas a fin de "sacar" del país millones y millones de materias primas hacia su país.(petróleo, oro, plata y "braceros").

Lo anterior, nos dice Katz, obedecía a que " En un esfuerzo por por detener lo que llegó a considerar como una invasión de inversionistas norteamericanos, Díaz comenzó a volverse hacia las potencias europeas, invitándolas a invertir en su país y a desafiar en él a la supremacía norteamericana".

"Al provocar el resentimiento americano antes de obtener apoyo suficiente entre los europeos para contrarrestar sus efectos negativos, Díaz puso en marcha otro proceso que a la larga le costaría caro"

"Después de un agudo conflicto en torno al derecho de las tropas norteamericanas a cruzar la frontera mexicana  para  perseguir a los bandidos  e indios nómadas, que se produjo a principios de su régimen, Díaz se había comportado con notoria benevolencia hacia las incursiones norteamericanas en México. Su actitud cambió cuando se fue dando cuenta cada vez más claramente de la actitud propietaria que los hombres de negocios norteamericanos , convencidos de su propio "destino manifiesto", habían llegado a adoptar hacia su país. Esta actitud fue expresada sucintamente por James Speyer, cuyo banco era uno de los principales inversionistas en México : " En los Estados Unidos, dijo Speyer; existe la convicción generalizada de que México ya no es sino una dependencia de la economía norteamericana, de la misma manera que toda la región desde la frontera de México hasta el Canal de Panamá es vista como parte de América del Norte".

Esta es una situación que no difiere mucho a la que en la actualidad puede observarse muy palpablemente en la región de las Baja Californias, donde es evidente que los intereses norteamericanos han ido ganando terreno y cada día es más frecuente ver como grandes en extensiones de playa virgen, son colocados letreros de "NO TRASPASING" o bien "PRIVATE", denotando que se trata de propiedades correspondientes a extranjeros. Lo anterior no estaría mal de no tratarse de lugares en donde a decir de la Constitución Mexicana, los extranjeros tienen prohibido adquirir las mismas. (Ver Art. 27 Constitución Política.)

En este orden de ideas, el propio autor alemán, nos reseña en su obra como la "clase media" habría crecido a un ritmo mucho mayor en el norte del país que en cualquier otra parte de México, y que estaba resentida por sentirse excluida del poder político, que, además se limitaba a recoger las migajas de auge económico en contra de la creciente participación de los extranjeros en la estructura social y económica de la sociedad mexicana.

A ello, debe agregarse que el norte del País se vio afectado por la crisis "cíclica" de 1907-1910, de forma mucho más profunda que ninguna otra zona de México.( Actualmente nos enfrentamos a la peor sequía de la historia al decir de la Comisión Nacional del Agua). El Universal. 11 de diciembre del 12011.

Pensemos pues, si a Díaz ya le incomodaba en buena medida la intervención norteamericana y se decidió por dar entrada a los grandes capitales europeos por una parte y por la otra aumentó la intervención del Gobierno Federal en la zona norte del País, resulta que la consecuencia lógica fue la de que los E.E.U.U, decidieron modificar, por decir lo menos, su política hacia su régimen.

A diferencia de la zona centro y sur-sureste de México, en donde la esclavitud prácticamente imperaba, el norte del país se formaba por varios grupos que estaban dispuestos a defender sus intereses y a no dejarse aniquilar tan fácilmente.

Primero, Díaz decide enviar a "trabajar" a tribus completas de indios asentados en la sierra Tarahumara, al Estado de  Yucatán fundamentalmente, y otra pequeña porción, hacia "Valle Nacional" en Oaxaca. La principalmente afectada de estas tribus fue la de los indios Yaquis, aunque no la única.

Segundo, la heterogeneidad de los grupos asentados en el norte del país, no permitían la aplicación de políticas iguales frente a intereses tan disímbolos, ya que dentro de tales grupos se encontraban los ex-colonos militares de la época de la guerra de Reforma, los peones tradicionales, los vaqueros de la zona (quienes normalmente trabajaban aislados pero que en caso de necesidad solían agruparse en torno a sus pares), un "proletariado moderno" agrícola y semiagrícola" producto de los frecuentes pases a territorio norteamericano con el fin de piscar algodón y hacer diversas labores en los campos de empresarios norteamericanos, y finalmente las tribus indígenas que a diferencia de las sureñas, estaban influenciadas por los resabios de las persecuciones de los primeros colonos norteamericanos que insistieron en eliminar las que se encontraban en su territorio y que al perseguirlas, encontraron refugio en las montañas de nuestro país.

Tercero, los grandes intereses norteamericanos dispuestos en la zona y que requerían gran intervención de mano de obra mexicana, la que no estaba dispuesta a perder lo poco que había ganado en ese proceso, llegando a convertirse algunos de sus miembros en pequeños propietarios de clase media.

Cuarto, el fácil acceso a la armas por parte de los ciudadanos mexicanos respecto a la venta de las mismas en el lado americano ( Ya se conoce de siempre, la facilidad que para la venta de las armas tiene el país vecino, no importando a quien se perjudique con tal de que sea negocio), lo que dejaba a muchos grupos con capacidad de fuego y de resistencia.

Quinto, el resentimiento por la no muy lejana pérdida de territorio nacional, fue cobrando mayor presencia en cuanto se empezó a sentir la política de especulación aplicada por grandes consorcios extranjeros, lo que a decir del propio Katz, "Estos procesos debilitaron al  mismo tiempo al escaso campesinado libre que se había podido desarrollar en el norte de México en los días que esta era una zona abierta para la colonización. La desaparición del campesinado libre condujo a la desaparición concomitante de una serie de instituciones democráticas que eran  producto de un siglo de evolución en la región fronteriza del norte mexicano. Estos cambios políticos afectaban a su vez a todos los pobladores, fueran o no campesinos".
Jarr.

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