En 1909, pocos se atrevían a hacer algún comentario negativo en contra de Porfirio Díaz Mori, es más, en la prensa norteamericana, como hemos señalado en otras entregas, los cómplices del Gobierno en aquélla época, se encargaban de hablar bien del "socio del sur" y y en no pocos caso evitaron que las malas opiniones sobre Díaz llegaran a tocar base en los medios de comunicación del vecino del norte.
Sin embargo, hubo algunas figuras que a pesar del poder impresionante que tenía Díaz sobre los medios impresos de aquélla nación, lograron a base de sacrificios, riesgos personales y familiares así como a costa de su propia libertad, sacar a la luz pública documentos que mostraban la crueldad de la realidad nacional. Carlo de Fornaro fue uno de ellos.
De Fornaro nació en Calcuta, India. A finales del siglo XIX, y habiendo vivido en nuestro país de 1906 a 1908, logró compenetrarse de la forma de vivir y de ser del mexicano y encontró la manera de plasmar en sus escritos la realidad que imperaba en México, dándola a conocer al mundo por medio de su libro "DÍAZ ZAR DE MÉXICO".
Es muy interesante revisar la enorme cantidad de panfletos, ensayos, apuntes y hasta libros que se escribieron a finales del siglo XIX y principios del XX, en los que se presentaba al país como ejemplo a seguir por los logros económicos obtenidos y como muestra de un gobierno que mantenía firme el rumbo social.
A pesar de ello, De Fornaro se empecinó en mostrar la otra cara del régimen, buscando aquí y allá, entrevistándose con personas de todos los niveles y si se me permite, a diferencia de John Kenneth Turner, otro de los escritores de la época, De Fornaro abarca en su libro aspectos macro que Turner pasó por alto o bien su análisis no requería, de ahí el valor de lo que el Hindú presenta en su obra.
La "Sucesión Presidencial en 1910" de Francisco I. Madero, fue escrita realmente un año antes, en enero de 1909, en tanto que el libro de De Fornaro apareció en febrero de ese mismo año, pero en sus dos versiones; "Díaz, Czar of Mexico" y "México tal cual es". Con el propósito de situarnos en el tiempo, cabe señalar que a principios de 1910 apareció el libro de Turner "México Bárbaro".
De Fornaro cruzó el Atlántico a los 17 años y de acuerdo con Alfredo Híjar y Haro, en su obra "Carlos de Fornaro" (sic), Artes y Letras, México 1906, este personaje se desempeñó en una ferretería antes de contratarse formalmente en el "Chicago Times-Herald", para pasar finalmente como caricaturista al "The New York Herald", hacia finales de 1900.
Pues bien, para 1906, ya en México De Fornaro pasó a ser el director artístico del suplemento dominical del "Diario Ilustrado" que dirigía Juan Sánchez Azcona.
Si bien es cierto que en su desempeño en esa publicación hablo e hizo caricaturas de los personajes que se encontraban de moda en esa época, tales como Esperanza Iris, Virginia Fábregas María Guerrero y muchos otros, realmente cruzó la linea de demarcación con el régimen, cuando inició su campaña contra el servicio de Tranvías Eléctricos de México.
Tan es así, que en una nota del periódico "La opinión" del puerto de Veracruz, de señalaba que De Fornaro estaba preparando una nueva obra que sería la sensación en México, ya que al parecer, se decía iba "bien documentado" y sus revelaciones causarían revuelo en nuestra sociedad.
El libro se imprimió en Filadelfia bajo el título "Díaz, Czar of Mexico" y su traducción "México tal cual es", habiendo aparecido en 1909.
Si consideramos que la impresión de la obra tuvo lugar precisamente en 1909, podemos inferir que tuvo una fuerte influencia sobre los documentos que le sucedieron, entre otros, "La Sucesión Presidencial de 1910".La relevancia que pudo haber tenido esta obra queda plasmada en una expresión que uso el periódico "El Tiempo", el 18 de marzo de 1909, al referirse a la obra del autor como "el insignificante caricaturista italiano".
Ya hemos comentado en otras ocasiones, como Díaz tenía cubierta prácticamente a toda la prensa norteamericana y los métodos que para ello empleaba, el asunto de De Fornaro, no sería la excepción.
El 7 de abril de ese año, un espía de Díaz, al decir de Carlo, se introdujo al National Arts Club, al poniente de Manhattan, con la idea de identificar al autor y días después, un agente del fiscal William Travers Jerome, detuvo a De Fornaro y lo llevó ante el juez Swann. Ahí se enteró el autor del libro de una demanda que Rafael Reyes Spíndola, habría encausado en su contra, lo que daba inicio a un proceso legal.
La razón de la demanda, se basaba el el supuesto de que el Presidente de Guatemala, (Manuel Estrada Cabrera) habría financiado la obra de De Fornaro como agradecimiento por no publicar en "El Diario", material que lo acusaba de ciertos ilícitos.
El propio embajador de Guatemala en México, Víctor Sánchez Ocaña,desmintió más adelante la calumnia por "infundada y falsa". De Fornaro ante esta situación, redobló su activismo contra el gobierno de Díaz, a tal grado que llegó a afirmar que los métodos empleados por éste, se podían comparar con los del recién caído Sultán de Turquía, Abdul Hamid.
El 27 de octubre inició el proceso en el Juzgado de lo Criminal. De Fornaro y su abogado George Edwin Joseph, contra Rafael Reyes Spíndola y Joaquín Cassasús, estos últimos tenían como respaldo al circulo de Porfirio Díaz Mori.
Es importante recordar que detrás de los acusadores, se encontraba ni más ni menos que Henry W. Taft, hermano del Presidente de los Estados Unidos, así como John D. Lindsey.
El resultado de este montaje puede adivinarse fácilmente, De Fornaro fue hallado culpable y condenado a prisión, si, en Estados Unidos, lugar en donde supuestamente se defiende a los derechos fundamentales del hombre como lo es la libertad de expresión.
En este momento, la maquinaria gubernamental apoyada secretamente por intereses extranjeros más o menos identificados, se propone "limpiar" la imagen del régimen e invita a un periodista "a modo", a fin de que recoja las palabras del anciano dictador y así se logren calmar las aguas ya de por si revueltas.
En el escenario aparece James Creelman, un popular colaborador de "Pearson´s Magazine", quien con el propósito de hundir a de Fornaro, lo acusa públicamente de haberse agenciado la autoría de las crónicas que terminaron en la publicación de "México Bárbaro" del hasta ese momento poco leído en México John Kenneth Turner.
Todo salió mal para el Régimen de Díaz, Turner logró demostrar que él era el autor de aquél libro, la entrevista de Creelman desató la esperanza popular de una sucesión pacífica y finalmente De Fornaro salió libre. Situación ideal para iniciar los prolegómenos de una Revolución.
Nota: Los datos y citas sobre fechas, personajes e instituciones de la época que se mencionan en esta entrega, aparecen en el libro "Díaz, zar de México", de Carlo De Fornaro,Ediciones " DEBOLSILLO", México 2006.
Jarr.
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