viernes, 2 de diciembre de 2011

¡Ahí viene el diablo!

En el libro de mi abuelo, encontré un pasaje que quiero compartirles y que me parece refleja un poco el sentimiento que animaba a los revolucionarios de aquélla época, el libro se llama "Remembranzas Revolucionarias" y fue editado en el año de 1958, y en su página 62 narra parte de sus aventuras en el norte del País, esto sucede en el año de 1916, para ser más preciso en el mes de abril de ese año.El relato cuenta lo siguiente:
"Entretanto, en la región de la Laguna se efectuaban numerosos y continuos robos de algodón, sin que fuera posible detener a los culpables por su particular forma nocturna de operar. Para localizar a los maleantes,que sin duda alguna eran gente extraña a la región,implanté un toque de queda para que entre ciertas horas de la noche no saliera al camino ninguno de los habitantes de los alrededores. Después, una noche ordené al Coronel. Amado Gil que patrullara la región durante la noche y detuviera a los que se encontrara en el camino:la medida dio magníficos resultados y se aprehendió a 60 individuos que eran culpables de los robos y que fueron ejecutados.
Esta medida y otras más determinaron que fuera bien conocida mi actuación en el Sector de la Laguna y que los malhechores, al ver el tren en el cual constantemente recorría la vía férrea, exclamaran: "¡Ahí viene el diablo!"."
En la época que se desarrollaron estos eventos, Matias Ramos Santos comandaba la Brigada  "El Rayo" la que se denominaba así por la velocidad con la que se trasladaba de un  Estado a otro dentro de la República Mexicana, cabalgando sin descansar durante la noche solamente cambiando de montura a fin de refrescar la caballada. Según su hoja de servicios consignada en la SEDENA, la designación como titular de dicha Brigada, dependiente de la Tercera División del Cuerpo del Ejército del Noreste, se verificó del 1 de julio de 1915 al 1 de noviembre de 1916.
COMENTARIO:
No cabe duda que en ocasiones, la situación hace necesario e imperativo, aplicar la mano dura, siempre con la razón como punto de apoyo, ya que una vez implantada la medida a la que alude en su libro el General Ramos, no solo disminuyó el índice de robos, sino que simplemente se eliminó ese azote social en esa región del País.
Jarr.

1 comentario:

  1. ...a grandes males, grandes remedios, sin embargo siempre cabe la posibilidad de llevarse entre las "patas" a personas que no son culpables, sin duda es un gran tema de discusión y una gran tentación, sobre todo en estos tiempos tan violentos. Saludos Toño, son pasajes muy interesantes de nuestra historia.
    Salomón

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