jueves, 12 de enero de 2012

LA PREPOTENCIA EN MÉXICO 1908-2012

"La primera noticia que tuve del castigo corporal a los esclavos, me la dio uno de los miembros de la Cámara,una persona grande, majestuosa, con aspecto de cantante de opera, y con un diamante que deslumbra como un sol colgado en la dura pechera, se reía, Yo también reí, pero de distinta manera, sin dejar de comprender que el relato  estaba hecho a la medida para extranjeros".
"--¡Ah!, sí, tenemos que castigarlos-- me dijo el gordo rey del henequén-- Hasta nos hemos visto obligados a golpear a nuestros sirvientes domésticos en la ciudad. Es así su naturaleza, lo piden. Un amigo mío, un hombre muy afable, tenía una sirvienta que siempre estaba con el deseo de ir a servir a otra persona, por fin, mi amigo vendió a la mujer y algunos meses más tarde la encontró en la calle y le preguntó si estaba contenta con su nuevo amo. "Mucho, respondió ella, mucho. Es un hombre muy rudo y me pega casi todos los días".
La filosofía del castigo corporal me la explicó muy claramente don Felipe G. Cantón, secretario de la Cámara. "Es necesario pegarles;sí muy necesario -- me dijo con una sonrisa--, porque no hay otro modo de obligarles a hacer lo que uno quiere. ¿Qué otro medio hay para imponer la disciplina en las fincas? si no los golpeáramos, no harían nada".

La cita anterior podría pensarse que se deriva de una plática entre un empresario famoso de Polanco con algún funcionario de cualquier Cámara de Comercio o Servicios en México, sin embargo es un diálogo que nos ofrece John Kenneth Turner en su libro "México Bárbaro", (pags. 18 y 19, Ed. GERNIKA, MÉXICO D.F). sostenido entre el autor del libro y un empresario yucateco del Estado de Yucatán, si leyó usted bien, en mil novecientos ocho, 1908, hace más de cien años, y que entre otras muchas causas, dio origen a la revuelta armada en nuestro México el siglo pasado.

La pregunta sería, si la impunidad de este tipo de situaciones en las que con un simple "usted disculpe" y un "montoncito" de billetes de a 200, la prepotencia de las personas puede pasar por encima de la dignidad de los demás, ¿que debemos esperar a futuro?

¿No sería lógico esperar una reacción similar a la de hace más de un siglo?.

Simplemente comparemos lo sucedido hace unos días entre el empresario de origen judío Moisés Sacal y el empleado de un servicio de estacionamientos en la Cd. de México.¿que diferencias hay? simplemente la época, el método para hacer valer la impunidad y hasta ahí, lo demás es exactamente igual, Leyes que favorecen al poderoso, autoridades coludidas con el poder o por lo menos timoratas a la hora de aplicar los correctivos, los trabajadores, mexicanos necesitados de su fuente de trabajo y expuestos a las humillaciones y golpes de parte de empresarios de origen extranjero que se sienten y son poderosos frente a la mayoría de desheredados y una opinión pública que se calla con algunas excepciones pero que sus reclamos no pasan de una expresión de indignidad.

En fin, queda para la reflexión este comentario y con obvias conclusiones.
Jarr.

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